Autora: Anabel Valera, @entre_padresyprofes, formadora de Trilema
Desde la Fundación Trilema, con vistas a dibujar la escuela del futuro, trabajamos desde un modelo de tutoría que lo ‘hibrida’ todo. Entendemos la Acción Tutorial como un proceso holístico que implica a toda la comunidad educativa, pasando de un modelo personalista a otro más holístico. Este modelo global entiende a todo el centro como tutor, a sabiendas que las referencias de modelado han de poder estar en un lugar u otro para que cada alumno pueda encontrar, en cualquier referente adulto, un apoyo, un anclaje… alguien que le atienda de forma detenida y especial, y le acompañe de cerca.
Los pilares de la Acción Tutorial
Esta concepción global de la tutoría se sustenta en algunos pilares que consideramos básicos e irrenunciables, y que la definen y configuran como si de un templo se tratara: Todos sus pilares, fuertes y robustos, son necesarios para mantener en pie la arquitectura, para que se erija erguida y muestre su poder, estabilidad y equilibrio.
Como primer pilar, en línea con la idea desarrollada hasta ahora, es que todo el personal docente del centro educativo es tutor. Independientemente de si ese curso escolar a un profesor le ha sido asignado un grupo de tutoría, la actitud del maestro es abierta, con una mirada y una escucha atentas a todos los alumnos. Porque todos podemos ser esa “percha”
de la que el alumno se pueda colgar cuando lo necesite, todos podemos aportar observaciones que enriquezcan la visión del tutor y le ayuden a conocer mejor a sus alumnos.
Por otra parte, no podemos olvidar el componente comunitario de la Acción Tutorial, es decir, que no solo atañe al personal docente, sino que también salpica e implica a toda la comunidad educativa. Impacta en el Personal de Administración y Servicios (PAS), en los monitores de comedor, en los especialistas externos que colaboran en la formación de los alumnos, en el personal de las actividades extraescolares, etc.
La Acción Tutorial es también procesual, porque está íntimamente relacionada con quiénes somos en esencia: el ser humano está siempre en camino, siempre en evolución, en crecimiento. Es durante este proceso, en el que el tutor es el responsable de generar en el alumno una tensión continua de crecimiento, positiva, para empujarle a sacar lo mejor de sí mismo, ayudándole a marcarse metas concretas, asequibles y realistas.
La Acción Tutorial también es personalizada. Cada alumno es único e irrepetible, por lo tanto, su itinerario personal de crecimiento también lo es. Pero, ¿es posible llegar a establecer un vínculo estrecho con todos los alumnos para poder realizar dicho acompañamiento personalizado? La verdad es que no siempre es posible crear una relación de confianza entre dos personas, aunque una de ellas esté empeñada y decidida a ello. Lo que sí es cierto, es que todos los seres humanos respondemos al mismo lenguaje, al lenguaje del amor, de la donación y la entrega. Así que, para poder llegar al mayor número de alumnos, es importante verbalizar y actuar en consonancia. Que tanto nuestro lenguaje, verbal y no verbal, como nuestras acciones destilen que ese alumno nos importa.
Por otra parte, hablamos de la rigurosidad. Si contamos con un currículum para las distintas disciplinas curriculares, y si realmente el acompañamiento es un pilar importante en la escuela, ¿el Plan de Acción Tutorial no debería contar también con dicho currículum?. Como centro educativo es necesario contar con un plan de centro secuenciado y alineado con el ideario y carisma propios.
En las escuelas Trilema apostamos por el modelo de las diez dimensiones que hacen crecer profundamente a nuestros alumnos ofreciéndoles herramientas de carácter vital. Estas dimensiones impregnan la Acción Tutorial de los centros de nuestra Red.
A la rigurosidad curricular va ligada, indefectiblemente, la evaluación. El Plan de Acción tutorial es evaluable mediante herramientas variadas y adecuadas. Un tipo de evaluación continua y flexible nos permite establecer un plan de acompañamiento personalizado que se ajusta a las necesidades reales del alumno. Son múltiples las herramientas de evaluación que podemos utilizar: dianas, escalas, rúbricas o registros de observación, pero siempre desde una óptica global, es decir, pueden ser utilizadas por el propio alumno para autoevaluarse, por sus pares para coevaluarse o por el profesor, para realizar la heteroevaluación.
La Acción Tutorial también es positiva. Emplea un tipo de lenguaje apreciativo, una comunicación eficaz y empática. Este tipo de comunicación requiere de una escucha activa que no da lugar a juicios, opiniones o valoraciones; de preguntas abiertas que inviten a la reflexión, aumenten el nivel de atención y la metacognición, e inviten a la reflexión. Este tipo de lenguaje también se aleja de lo directivo, tratando de evitar dirigir al otro cuando lo que necesita es ser escuchado.
Otro de los pilares, es que la Acción Tutorial es relacional. Busca la creación de un sentido de comunidad mediante la configuración de un estrecho vínculo con las familias, los alumnos… entre todos los educadores. El filósofo José Antonio Marina, haciendo alusión a un proverbio africano, dice que “para educar a un niño hace falta la tribu entera”: docentes, tutores, PAS, personal de extraescolares, educadores externos, familias… Todos somos piezas de un puzzle que, bien encajado y creado a base de relaciones estrechas, acompaña al alumno en la creación de su propia historia, en el relato de su vida. “Una buena historia con un protagonista decoroso”, dice Daniel Kahneman, psicólogo que recibió el Premio
Nobel de Economía.
La acción tutorial también es propositiva. Como centros educativos dibujamos en nuestro Proyecto Educativo de Centro el “perfil de egreso” del alumno que queremos formar, desde la óptica de la integralidad. De esta forma, el Plan de Acción Tutorial se enfoca en la creación de un itinerario que responde a este propósito, el cual permite al alumno buscar un proyecto de vida en el que pueda desarrollar sus talentos, buscando la mejor versión de sí mismo.
Buscamos que nuestros alumnos impacten positivamente en la sociedad, la transformen en un lugar mejor, por ello, la acción tutorial también es transformadora. Las escuelas somos espacios de co-creación de ciudadanos responsables y capaces, pero siempre partiendo de la idea de que la bondad es la expresión máxima de la inteligencia.
La escuela que soñamos también es inclusiva, una escuela de acogida en la que la presencia, la participación y el progreso de todos los alumnos sean una realidad. Una escuela que entiende la diversidad como una riqueza, como un valor añadido, en la que se personaliza el aprendizaje para llegar a todos, dejando a un lado la marginación o las etiquetas que constriñen y no dejan al alumno avanzar. Esta perspectiva se recoge en el ODS 4: “Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Por todo ello, la acción tutorial también es inclusiva: queremos llegar a todos los alumnos, acompañarlos a todos acogiendo sus limitaciones o carencias como oportunidades de crecimiento.
Todos estos pilares descritos definen y configuran el concepto de Acción Tutorial de Trilema.