Ayer, jueves 1 de junio, alrededor de 300 personas se reunieron en Cinesur Nervión de Sevilla para asistir a la proyección de ‘La otra educación’, la segunda parte de la trilogía ‘La buena educación’, de Trilema.
Este segundo largometraje se ha estrenado un año después de ‘Profes’, el primer proyecto cinematográfico de Trilema que se proyectó en numerosas ciudades, instituciones y centros educativos de todo el país. Centraba el punto de mira en la figura del docente y sobre todo en los buenos profesores. “Hay que dar protagonismo a la buena educación” ha expresado Carmen Pellicer en numerosas ocasiones.
La escritora y pedagoga codirige junto a Joecar Hanna esta segunda entrega que ha contado con la ayuda a la producción cinematográfica de CulturArts-IVAC de la Generalitat Valenciana y forma parte de la trilogía ‘La buena educación’, que explora los diferentes entornos educativos de los niños y niñas. Durante el último mes ha sido estrenada también en Valencia y Madrid, logrando alcanzar, tras esta nueva proyección, casi los 1.000 espectadores.
Al estreno asistieron Beatriz Hoster, directora del CEU Cardenal Spínola; Salvador Maneu, director técnico de la Fundación Princesa de Girona; numerosos asesores de CEPS y equipos directivos de centros educativos de la zona de Andalucía.
Rodada en Camerún, China y España, ‘La otra educación’ profundiza en las vidas de varios niños con entornos familiares y contextos educativos diferentes. Muestra el contraste sociocultural de las generaciones dentro de una misma familia china; la vivencia de algunas madres en Camerún, que lo dan todo para que sus hijos puedan asistir a la escuela; la experiencia de aprendizaje de niños que han superado una enfermedad neuronal y la de una familia francesa, que educa a sus hijos en casa, dentro del sistema homeschooling, ese gran desconocido.
Son historias que a priori no tienen relación, sin embargo, tienen una fuerte conexión: Todas muestran otras maneras de educar fuera de las aulas formales.
El cariño es el elemento clave para educar bien, no importa cual sea la realidad en la que nos movemos. La complicidad de las familias es muy importante y se concreta de muchas maneras. Pero no hay dos familias iguales y muchos niños viven en circunstancias complejas que hacen que su educación se salga del estereotipo habitual. “Este documental permite explorar algunas de esas realidades, buscando cuál es el secreto para lograr que cada niño saque lo mejor de sí mismo, aprenda a afrontar su vida y, sobre todo, sea feliz”, comenta Carmen Pellicer.