Autor: Martín Varela, subdirector de la Fundación Trilema

Aprender siempre es motivo de alegría. Ese es el leitmotiv y la razón por la que en nuestras escuelas hemos acuñado, desde que comenzamos a dirigirlas, las “Celebraciones del Aprendizaje”. No hay nada más importante que celebrar y por lo que alegrarse en una escuela que el hecho de aprender. Es su razón de ser. 

En nuestro modelo de proyecto finalizamos cada uno de ellos con este día festivo. Una oportunidad para compartir con toda la comunidad educativa parte de lo ocurrido en los procesos de aprendizaje, una ocasión para verbalizar lo más importante vivido. Ambientado de maneras diversas y creativas por parte de profesores y alumnos, lo que provocamos es un nuevo momento de reflexión y narración sobre las evidencias (que demuestra qué he aprendido), apoyados en el porfolio del proyecto.

Los que nos habéis seguido en nuestros webinars sobre las decisiones tomadas en este final de curso y cómo comenzar el próximo, sabéis que nuestros alumnos han realizado el porfolio del confinamiento. Esta semana tendrán lugar las celebraciones del aprendizaje con este porfolio como eje vertebrador. Será uno de los momentos más emocionantes de este histórico y especial curso escolar. Si siempre esperamos con ilusión las celebraciones del aprendizaje, en esta ocasión, y como la tecnología nos lo va a permitir, nos podremos asomar a este instante único.

Evaluar desde el narrar, desde la reflexión compartida y desde el acompañamiento personal, emocional, humano. Un modo de tratar la evaluación que nos permite afirmar desde la realidad vivida en nuestras escuelas que “evaluar es aprender”. Solo este enfoque puede promover que nuestros alumnos verbalicen sobre nuestras escuelas como lo hizo Natalia en el Webinar Kids de Alimentando el Cambio promovido por Ashoka (puedes escucharla a partir del minuto 1:03:17).

Y este es el motivo por el que a las escuelas que os acompañamos en los procesos de asesoría desde el programa Trimestre Zero os insistimos que, de una manera u otra, deis eco, respuesta, posibilidad de narración a la experiencia vivida en estos meses.

La experiencia es motivo y desencadenante de aprendizajes múltiples. Esta narración de la propia experiencia y la posibilidad de aprender sobre ella de manera integrada y constructiva dependen del interlocutor: a quién le cuentas lo vivido. La escuela, tú profesor, profesora, juegas un papel primordial en cómo y qué preguntas o qué eco y acogida das a esa experiencia narrada.

Es también un sano ejercicio a realizar, como escuela y profesores, de cara a afrontar el incierto curso que viene. ¿Qué hemos aprendido? ¿Cómo sería nuestro porfolio del confinamiento? ¿Qué evidencias podrías aportar el curso que viene para mostrar que realmente hemos aprendido de esta experiencia de meses? ¿En qué crees que habréis progresado?

Puede que tu porfolio del confinamiento como docente contenga alusiones que queden en tu intimidad, en casa, en tu hogar. Donde has afrontado la incertidumbre, te has superado cada mañana para dar lo mejor de ti mismo a tus alumnos y a tu propia familia. Quizás compartir una pequeña parte de estos logros, retos superados o errores de los que quieres aprender, verbalizarlos con y como quieras, sea también una oportunidad para celebrar “pedagógicamente” que el final de curso se acerca. Y, con ello, pronto descansar para afrontar con orgullo e ilusión renovada el próximo curso.