Autor: Ismael Mena, formador de Trilema

Ventajas de fomentar la escritura creativa como complemento del Plan Lector

¿Cuánto escriben nuestros alumnos? Da igual la edad… ¿dirías que mucho o poco? Y, ¿para que escriben? Para copiar enunciados, para materializar la respuesta esperada en el hueco preciso, para desarrollar “la grafo”… 

La escritura es una destreza humana absolutamente prodigiosa. Es una herramienta que permite pensar cosas que sin ella sería imposible pensar (Leer Historia visual de la inteligencia de José Antonio Marina). Y es un modo excepcional de apropiarse de la realidad. La escritura aumenta nuestra capacidad mental: “Multiplicar número grandes. 2.765.491.007 por 367.984. Mediante la escritura numérica resulta muy fácil, pero sin ella resulta imposible”. Algo parecido pasa con las composiciones musicales complejas, donde si no fuera por la notación musical sobre pentagrama sería dificilísimo compartir con otros obras de grandes dimensiones. Una de las grandes propiedades de la escritura es que sirve de extensión de nuestra memoria: notas, agendas, recordatorios, posits, whatsapps, etc. en los que escribimos son como una memoria USB que nos conectamos para ser más eficaces y llegar más lejos. “Las bibliotecas son, por tanto, la gran memoria de la humanidad”.

Hay muchos tipos de escrituras en este planeta. “Las primeras fueron pictográficas. Se limitaban a representar un objeto con signo. Como hay muchos objetos, resultaba muy complicado aprender tantos signos, por lo que fue muy difícil generalizar el aprendizaje de la escritura y de la lectura. Entonces surgió un invento genial. En vez de emplear los signos para representar objetivos, ¿por qué no utilizarlos para representar sonidos? El repertorio de sonidos usados al hablar es limitado. Con muy pocos signos se pueden representar todas las palabras”. La propia escritura resolvía un problema a través de sí misma. El Visual Thinking, que no es nuevo. 

De ese modo, de repente cuatro vacas cabían en una tablilla mesopotámica. Tablillas que pronto se convirtieron en los ladrillos que permitieron a un incipiente estado construir los pilares de su progreso. Las tablillas con sus signos ayudaban a mejorar el control. Y a mayor control, más progreso. La escritura se configuró entonces como un potente artefacto cultural para resolver problemas. 

Y en la escuela ¿usamos la escritura para que nuestros alumnos resuelvan problemas o para controlarles? Ser creativo no es ser ocurrente o destacar en la producción artística o estética. La flexibilidad cognitiva es una de las funciones ejecutivas que más se asocia a la creatividad. Gran parte de la literatura se ha escrito desde el folio en blanco. Los autores tienen solo una idea vaga de lo que quieren contar. Pero la historia va surgiendo a la vez que se escribe. Entre otras cosas la escritura, per se, resuelve el problema de la página en blanco. Acaso quien escribe ¿escribe lo que piensa o piensa lo que escribe?

¿Para qué queremos que nuestros alumnos escriban? Para muchas cosas, sin duda. Pero uno de los principales objetivos debería ser proveer a nuestros alumnos de una herramienta que, además de comunicarse y redactar respuestas para sus profesores, les permita contarse, contar y ser creativos resolviendo problemas (no solo matemáticos o musicales). Y que les permita confeccionar los ladrillos de personalidad, su motivación y su imaginación. De ahí el profundo convencimiento de aunar el Plan Lector con una intensa actividad escritora que permita la retroalimentación y necesidad de la lectura. En este curso online ESCRITURA CREATIVA, CÓMO ESTIMULAR LA CREATIVIDAD encontrarás muchas ideas para que tus alumnos, sean de primaria o de secundaria, metan muchas vacas en muchos ladrillos y utilicen la escritura para resolver problemas y construir los muros de su autorregulación.