Autora: Sandra Gutierrez Martín (Profesora de Educación Primaria Trilema Soria)

Son innumerables las veces que puedo acordarme de mi primer día en el colegio de Trilema Soria. Las paredes se convirtieron en rincones de aprendizaje, implicación del profesorado para crear las actividades más creativas posibles y la ilusión de un centro de enseñanza donde se trabaja por proyectos con una enseñanza individualizada sacando lo mejor de cada alumno (para saber más sobre el Aprendizaje basado en Proyectos, podéis consultar este curso de nuestro Campus).

Mi paso por El Pilar tampoco me dejó indiferente. Entendí el significado de la palabra HUMANIDAD cuando veía a todo el profesorado implicado en cada alumno y familias para sacarles adelante, sin ninguna duda, todo “buena gente”.

Hay una frase que dice “Lo que toca el corazón jamás se olvida” y creo que esa es la mejor manera de enseñar a nuestros alumnos. Debemos de trabajar los contenidos llevando a las aulas una realidad de un mundo totalmente cambiante para hacerles críticos y participes de nuestra sociedad. Quizás una mirada, un acto o una situación indiferente para nosotros despierte a cada alumno la curiosidad por el mundo que nos rodea. Como maestros, toquemos esa tecla.

Nos hemos enfrentado a un tercer trimestre diferente, un nuevo reto, donde hemos estado presente todos los días en las casas de nuestros alumnos.  Juntos hemos cabalgado para conseguir un objetivo: estar más cerca que nunca de nuestros niños y seguir apoyando a nivel curricular, pero también anímico. Somos conscientes de que nada va a poder sustituir la magia que sucede en las aulas, pero sin ninguna duda hemos superado ‘con nota’ esta prueba.

Está siendo un junio muy atípico para nosotros, pero con la misma esencia de todos los años. Evaluar, como sinónimo de crear una cultura de esfuerzo; valorar lo que cuesta llegar a la meta de un final de curso y celebrar que hemos llegado al objetivo.

Gracias, maestros, por este curso. Gracias Soria, gracias Madrid y sobre todo gracias TRILEMA por contribuir a que pueda ejercer la mejor profesión que existe en el mundo y pueda hacer mis sueños realidad, todos los días.