Autor: Santiago Doubtfire (Profesor Trilema La Pobla Llarga).

El cambio educativo está muy presente en las aulas de las Escuelas Trilema. Desde hace tiempo, hacemos uso de diferentes metodologías activas, técnicas y recursos, herramientas y formas de trabajar. La gamificación, el aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje basado en problemas, el aprender a pensar, la flipped classroom, el visual thinking, las nuevas tecnologías o las competencias… Todos ellos, son conceptos trabajados en el día a día de nuestros centros educativos. Pero uno de los que más poder e importancia adquiere, es la Metacognición, gracias a la labor de los docentes. Se desarrolla la capacidad de aprender a aprender, aplicada en distintos momentos y de diferentes maneras.

¿Metacognición qué es?

La metacognición desarrolla la capacidad de aprender a aprender, para afrontar con éxito cualquier tipo de situación.

Vamos a adentrarnos en esta palabra tan poderosa para toda la red Trilema. En primer lugar, si descomponemos la palabra ‘metacognición’, descubrimos que el prefijo ‘meta’ significa ‘más allá’. Por lo tanto, de una manera sencilla, entendemos la ‘metacognición’, como el ir más allá de la cognición. Es decir, que nuestros alumnos sean conscientes de cómo piensan, cómo recuerdan, cómo perciben y cómo comprenden. No es una cuestión de cuánto saben nuestros alumnos. Más bien, trata de cómo han llegado a saberlo y cómo podrían aprenderlo mejor.

¿Por qué cobra tanta importancia este concepto?
¿Cómo somos conscientes de ella?
¿Es innato o se entrena?

Nos enfrentamos a muchas preguntas en torno al proceso metacognitivo y sus virtudes. Porque cada vez, es más necesario preparar a nuestros alumnos, para un presente y un futuro tan cambiantes. Que sean lo más competentes posible, para afrontarlos con éxito. Las respuestas son muy optimistas y los resultados muy alentadores. Con este tipo de herramientas, les entrenamos para ser:

      • Excelentes comunicadores,
      • buenos pensadores con capacidad crítica,
      • con una mentalidad creativa,
      • capaces de aprender de forma autónoma,
      • y de autorregularse, conscientes del proceso en todo momento,
      • que trabajen bien en equipo,
      • siendo flexibles,
      • liderando situaciones y personas de forma eficaz.

Solo desarrollando estas habilidades metacognitivas, serán capaces de resolver todos los problemas a los que se enfrenten.

 

¿Qué podemos hacer para estimular

la metacognición en educación?

 

Nuestro trabajo en el campo de la metacognición en educación, va de la mano de otros aspectos que también trabajamos a fondo. En nuestras aulas utilizamos una gran variedad de recursos y herramientas para desarrollar habilidades metacognitivas, para que nuestros alumnos conecten continuamente con la realidad. La batería de preguntas, las escaleras de la metacognición, las paradas metacognitivas, las estrategias de pensamiento, las herramientas de autoevaluación y coevaluación, o las propias conversaciones, son algunos ejemplos de estrategias metacognitivas.

En todo momento, debemos tener en cuenta los siguientes factores que intervienen en el control de la metacognición:

      • ¿Qué nivel de conciencia tiene de lo aprendido y cómo lo ha aprendido?: Es decir, si se da cuenta de que el sonido le distrae. Si sabe que aprende mejor por la mañana que por la noche. O le es más útil leer un texto en alto o en silencio. Tal vez prefiere dibujar a escribir…
      • ¿Cómo el alumno puede planificar, dirigir y controlar su aprendizaje?: En otras palabras, convertir sus objetivos en acciones, conocer los pasos que tiene que seguir, seleccionar las mejores estrategias según el problema que se le presenta…
      • ¿Cómo puede monitorizar su proceso de aprendizaje, sus fortalezas y sus debilidades?: En definitiva, si lo que puede hacer por sí solo, o necesita pedir ayuda.
      • ¿Cómo puede evaluar el resultado de lo que ha aprendido?: Dicho de otro modo, poder planificar futuros aprendizajes, y poder transferir ese aprendizaje a otros campos.

Para concluir, conviene anticipar que el conocimiento metacognitivo será un arma infalible en un futuro próximo. Podrá derrotar a aquellos, que quieren que la sociedad del futuro solo sepa reproducir contenidos ‘googleables’. Superará a aquellos que busquen individuos parecidos a una máquina, más que a una persona. Porque en este contexto, el ser humano será más importante que nunca. Y este aspecto humanizado del individuo, es lo que realmente nos diferenciará de la inteligencia artificial. Una ingeniería artificial que carece de improvisación, espontaneidad, creatividad y, sobre todo, de sentimientos.

Ahora es el momento de poner en valor nuestras capacidades humanas. ¿Estás preparado para ir más allá del conocimiento? ¿y de entrenar la mente para aprender a aprender?