Autor: Martín Varela, subdirector de la Fundación Trilema. Muy acertado el nombre puesto a la herramienta que ha utilizado el Instituto de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF). Se trata de una encuesta online basada en las competencias digitales docentes, dentro del marco europeo (DigCompOrg). El esfuerzo y energías en todo el procedimiento ha sido importante. Pero, ¿para qué nos hacemos un selfie? O, lo más importante, ¿para quién?

Es evidente la necesidad. Proliferan cursos rápidos y gratuitos para asegurar unos mínimos que permitan el acceso remoto a la educación cuando esta queda confinada. Es una oportunidad para ponernos al día y abrir la ventana de internet como parte del camino al aprendizaje. Pero, quizás, haya que tener cuidado con lo que la palabra selfie pone de manifiesto: ¿A quién miro?

Cuidar que la herramienta sea medio, y no fin, se torna vital en estos momentos de movimiento de los cimientos de la educación. Ocurra donde ocurra el aprendizaje guiado por un maestro, hay otros focos de atención que desde el equipo de formadores de la Fundación no queremos que se nos pierdan.

Nos encontramos inmersos en procesos formativos hacia dentro y fuera de nuestras escuelas que fijan la reflexión en si realmente se produce o no el aprendizaje tal y como deseamos: en todo lugar, en todo momento y de todas las maneras posibles. Es el eje del Aprendizaje Híbrido. Y dentro de este enfoque más global, miramos con lupa las sesiones de intervención docente cotidianas. Sean clases, sesiones, proyectos, unidades o experiencias de aprendizaje; lo hacemos en el marco de los programas de evaluación del desempeño.

Si como docente hicieses un selfie de tu clase, ¿qué verías en la foto? Analizamos con los profesores sus fotografías, sus evidencias. O, mejor dicho, las evidencias de los aprendizajes de los alumnos.

¿Cómo sabemos-saben que progresan? ¿Cómo identifican-comunican sus logros? ¿Cómo gestionan-aprenden de sus errores? ¿Cómo se estimulan para marcarse metas más ambiciosas? ¿Cómo profundizan en el rigor de lo aprendido? ¿Cómo progresan en su propio conocimiento como aprendices? ¿Cómo utilizan los recursos para aprender? ¿Cómo se apoyan entre ellos para progresar juntos?

Estas evidencias conforman el mejor álbum fotográfico del docente. También conocido como Porfolio Profesional. En nuestra herramienta ePorfolio los profesionales se autoevalúan (se hacen un selfie) y recogen evidencias no solo de la competencia digital docente, sino de otras 9 dimensiones igual o más importantes: dominio del currículum, conocimiento de los alumnos, personalización del aprendizaje, estrategias metodológicas, manejo y clima de aula, planificación, evaluación, trabajo en equipo y compromiso personal.

Y siempre con la mirada puesta en los alumnos. Si no, ¿para qué nos hacemos un selfie?